Cultura

Monto mis muebles, me autodiagnostico

Monto mis muebles, me autodiagnostico

Creo que Vernon Lee, pseudónimo de Violet Paget (1856-1935), fue una señora rara y antipática que alcanzó celebridad, sobre todo, por sus relatos de fantasmas. Tenía admiradores como los hermanos James y Oscar Wilde que, en cuanto podían, le afeaban su falta de aptitudes sociales. Violet Paget se puso nombre de señor para que la tomaran en serio. Era lesbiana, fea y una mente privilegiada. Lo tenía todo para no caer bien. En su novela Una mujer de mundo (El paseo Editorial), detrás del “sencillo” argumento de dos personajes que se encuentran para desencontrarse y volverse a encontrar sin encontrarse del todo, despuntan reflexiones actuales sobre arte, clase, educación y transformación social.

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La educación humanística nos violenta porque genera empatía y una piel fina incompatibles con el individualismo y la existencia autónomaLeer más