En un momento de preocupación por la Inteligencia Artificial, resulta aterrador que las vergonzosas invenciones de los años treinta vuelvan a estar con nosotros. Hitler y Goebbels estaban dispuestos a inventarse cualquier historia para la propaganda nazi. Como Stalin y sus acólitos, creían que cuanto mayor fuera la mentira, mayor sería el efecto. Esto fue particularmente cierto durante los juicios de Moscú, cuando Stalin acusó a viejos bolcheviques de ser nazi-trotskistas. Mientras tanto, Hitler y la derecha nacionalista se convencieron a sí mismos, en una deliberada confusión de causa y efecto, de que los judíos y la izquierda habían apuñalado por la espalda la Alemania del Kaiser con su revuelta contra la guerra en 1918.
El historiador Antony Beevor responde a un bulo que circula sobre él en España y muestra su preocupación por la enorme repercusión de las noticias falsasLeer más