Un fantasma recorre Estados Unidos: el fantasma del afrofuturismo. Protagoniza programas de museos por todo el país, inspira a estrellas del pop como Beyoncé o Janelle Monáe, alienta el rescate de escritoras negras de ciencia ficción y hasta tiene su propio taquillazo, las dos entregas de la fantasía Black Panther. Ambas sirvieron como el caballo de Troya para introducir en el corazón del discurso cultural dominante un término acuñado en 1994 por el crítico Mark Dery en los márgenes de la academia y que el diccionario Merriam-Webster define así: “[El afrofuturismo es] Un movimiento que utiliza el marco de la ciencia ficción y la fantasía para reimaginar la historia de la diáspora africana y plantear una visión de un futuro técnicamente avanzado y esperanzador para la población negra”.
El Smithsonian consagra en el National Mall de Washington el movimiento cultural de moda en Estados Unidos, una mezcla de ciencia ficción y conciencia racial que conquista el cine (’Black Panther’), el pop (Beyoncé) y los museosLeer más