Hay pocas plantas tan fascinantes y bellas como el drago. De lento desarrollo, su edad se calcula por su hilera de ramas, no por los círculos del tronco. La copa está cuajada de hojas coriáceas y adquiere forma de un gran paraguas que en verano se adorna con racimos de flores blancas. Este árbol jurásico puede cumplir 1000 años y se encuentra en pocos lugares. En España, que se sepa, solo es posible disfrutarlo en las islas Canarias y, de manera singular, en Tenerife, la isla en la que nació y creció Óscar Domínguez (La Laguna, 1906- París, 1957), miembro esencial del surrealismo al que André Breton bautizó como Dragonnier des Canaries (el dragón de las Canarias). El Tenerife Espacio de las Artes (TEA) ofrece hasta el 29 de octubre una gran exposición titulada Óscar Domínguez. La conquista del mundo por la imagen, en la que a través de casi un centenar de obras, 12 de ellas inéditas, se recorren las etapas esenciales de su pintura y sus feroces incursiones en la ilustración. El centro, dependiente del Cabildo de Tenerife, se adelanta así a las celebraciones dedicadas al centenario de la publicación del manifiesto surrealista, el 15 de octubre de 1924.
Una exposición en Tenerife recrea la vida y la obra del torturado artista canario a partir de un centenar de obrasLeer más