Nuestro estilo de vida de hoy en día apenas sería posible sin la ayuda de los satélites. Muchas de las actividades que llevamos a cabo actualmente en la Tierra dependen en gran medida de estos objetos que se encuentran a muchos kilómetros de nuestras cabezas: desde controlar los incendios forestales, la deforestación y la temperatura de la superficie marina, hasta permitir conexiones a nuevas tecnologías móviles, como la 5G, en zonas de difícil acceso.
Los satélites que se lanzan al espacio son cada año más y más pequeños, una tendencia que está incrementando la demanda de cohetes de menor tamaño