Las plataformas petrolíferas han cobrado vida y se desplazan sobre sus pilares (ahora piernas) a grandes pasos por el mar, en busca de nuevos yacimientos donde su saciar su sed infinita. No tienen remordimientos a la hora de destruir a cualquier insignificante humano que se cruce en su camino. Los gobiernos y los ejércitos no se explican qué ha podido pasar, pero la verdad incómoda es que la situación se les ha ido de las manos. Es más, las plataformas petrolíferas que han cobrado vida… ¡ahora tienen crías, en forma de pequeñas plataformitas petrolíferas que corretean por las costas!
Una antología valora un género que se sitúa a medio camino entre el horror de Lovecraft y la ciencia ficción y que ayuda a pensar sobre los retos existenciales que enfrenta la humanidadLeer más