Exposiciones temporales dedicadas a mujeres para abrir con boato la programación anual de un museo. Nuevas políticas de compra de obras en las que el requisito es la paridad. Cambios en las cartelas para visibilizar a las mecenas y hacer desaparecer referencias machistas. Nombramientos de directoras al frente de museos. En el último lustro, el arte no ha sido refractario al empuje de la nueva ola feminista. Pero al ir a la letra pequeña surge una cuestión: ¿cada una de estas iniciativas supone un avance real hacia la igualdad o se trata solo de parches que ofrecen esa apariencia?
Instituciones como el CAAC de Sevilla han conseguido que su política de compras sea paritaria, las mujeres ganen peso en la programación y se cambien las cartelas con referencias machistas, pero la igualdad está aún por llegarLeer más