Todo ocurre en la cocina de un restaurante real de Guadalix de la Sierra, un pueblo al norte de Madrid. El cocinero, Tomás Candelas, de 76 años, pasea junto a los fogones y se queja: “Yo dando vueltas y vueltas y vosotros no tenéis nada que hacer, tengo los dos hornos, siete fuegos, estoy cortando y vosotros tocándoos los cojones y yo venga a correr y por más que quiera correr no llego y encima os ponéis en medio, qué acostumbrados estáis a que haga yo todo”, dice. El restaurante ha empezado el servicio a clientes de verdad que esperan en sus mesas y Tomás se lamenta como un cocinero real.
En poco más de dos años, Arroz y Desgracias ha logrado ser candidato en los principales premios de ‘streamers’ en español. Estos son sus ingredientes secretos para lograrloLeer más