Una estrella del cine se mide por su carrera. Sus premios, sus grandes películas, sus interpretaciones inolvidables. Aunque hay otra forma, más rápida, de descubrir los astros que más brillan: basta pasearse ante la alfombra roja del festival de Venecia a primera hora de la mañana. Algunos días, apenas unos pocos fieles se encuentran acampados, más de 10 horas antes, para ver al fin, por la noche, a sus ídolos. Cuando el certamen acoge a Timothée Chalamet, sin embargo, el puñado se vuelve horda. Seguro que buena parte de los y las expectantes se comería al actor a besos. Su personaje en Bones and All, en cambio, iría mucho más allá: devoraría a sus seguidores. Porque el chico más adorado de Hollywood vuelve a trabajar con Luca Guadagnino, el director que le lanzó en Call Me By Your Name, en una especie de road movie caníbal por los Estados Unidos. Aunque la película más esperada de la tercera jornada de concurso no sació las expectativas.
El actor encarna en la Mostra de Venecia a un devorador de carne humana en ‘Bones and All’, su segundo filme con Luca Guadagnino tras ‘Call Me By Your Name’. ‘Athena’, de Romain Gavras, filma la guerra en una ‘banlieu’Leer más