Suelen decir quienes frecuentan la Taberna Errante, en el planeta fronterizo Münchhausen, que el primer vaso de su famosa cerveza azul propicia las discusiones filosóficas, el segundo las inflama y el tercero las apaga (por colapso neuronal de los debatientes).
“Los algoritmos generadores de números aleatorios basados en congruencias numéricas en realidad producen ciclos previsibles, y solo son útiles porque nos basta con conseguir algo vagamente parecido al azar”, defendió un cliente del barLeer más