Hace menos de dos décadas, el código abierto (el que no tiene copyright y es desarrollado por la comunidad de hackers) gozaba de una dudosa reputación. Se decía que no era fiable, que era la opción low cost, la de quienes no podían pagarse un programa de Microsoft u otro proveedor. Hoy, la mayoría de bancos del mundo, así como otras infraestructuras críticas, usan software abierto. Las tornas han cambiado: ahora ofrecen más garantías que cualquier desarrollo privado.
El director de la empresa líder en este tipo de ‘software’ defiende que Linux y el código abierto “lideran hoy la innovación en el mundo”Leer más